Hay climas y épocas que son extremadamente fríos. Todo depende de la parte del globo terráqueo en la que vivamos y la percepción que tengamos de él. En lo que todos estamos de acuerdo es que el frío es incómodo y en extremo, puede llegar a ser peligroso.

Cuando realizamos alguna actividad al aire libre debemos estar preparados y mantener el calor en el cuerpo. Especialmente por nuestra salud. No hablamos solo del típico catarro, sino de infecciones en los oídos, problemas en la piel o contracturas en la espalda por una postura tensa. Así que sigue el consejo que siempre te daban tus padres antes de salir de casa y “haz el favor de abrigarte”.

• Es importante mantener calientes tanto la cabeza y como los pies. Sí, son partes de las que a veces nos olvidamos y no deberíamos porque la mayor parte del calor corporal se va por la cabeza. Es tan fácil como llevar gorro, un buen calzado y calcetines de repuesto.

• No a las manos congeladas. Al no ser que seas un “Caminante Blanco”, ponte unos guantes. También ayuda tener bolsitas de gel térmicas que al frotarlas aportan calor.

• Asegúrate de llevar una chaqueta térmica de buena calidad. Este tipo de chaquetas, como la SkadeInsulateJacket, mantienen el calor corporal dentro y el frío fuera. Deberás abrochártela bien y ajustarla a tu cuerpo para que no haya ninguna “vía de escape”.

• Y como no, procura estar bien hidratado durante todo el día, pero con agua, no con otro tipo de bebidas…

• Si puedes, haz una parada en el camino para tomar una bebida caliente que te reconforte el alma. Un café o un chocolate caliente son el postre perfecto para una buena jornada al aire libre.